La mutación constante

Desde  que tengo uso de razón el cambio es una constante que no puedo ignorar. 

A veces lo veo como enemigo porque no me permite quedarme con aquello que quiero. Ya sea algo tan trivial como disfrutar de un chocolate o algo importante como la tersa compañía de los abuelos.

Separarse de los seres queridos siempre es doloroso.

En la angustia y la frustración el cambio se convierte en aliado,  nos muestra una salida, un escape del sufrimiento. Así como se fue aquello que nos daba dicha  puede llegar otra cosa nueva que nos devuelva la calma o la risa.

En este vaivén de emociones  la espiral del cambio nos da la oportunidad de mejorar (o de empeorar).  En este sentido, la impermanencia es mi mejor maestra, mi guía, la madre de la metamorfosis del alma.

La canción For the better   la compuse para recordar de la única constante: el cambio.

Les comparto    la letra con su traducción: